Si a ti en tu negocio ya te va bien y estás vendiendo bien, esto no te interesa.
Ahora, si vendes poco o nada, esta es una inversión altamente rentable para tu negocio.
Porque es duro invertir un montón de tiempo y energía, e incluso dinero en poner todo de tu parte y aún así no vender.
Los potenciales clientes dicen que les gusta lo que haces, pero no compran.
Hay quienes dicen que les caes de puta madre, pero no sueltan la guita, no compran.
Lo mismo que perseguir clientes, el clásico hablamos en unos días que se traduce en que te está dando largas.
También es duro estar probando estrategias de venta nuevas cada dos por tres y no tener resultados.
Cambiar de embudos de ventas porque al parecer, siempre hay una nueva innovación que es la hostia y vas a ganar mucho dinero.
Es una gran tocada de pelotas tener que estar creando contenido de valor constantemente para redes sociales con la idea de que les guste lo que haces y la esperanza de que terminen comprando tu producto o servicio.
Tienes la sensación de que tus clientes potenciales se aprovechan de la información de valor gratis que das.
Pruebas a bajar los precios porque crees que la gente valora eso.
Empiezas a mirar lo que hace la competencia y copias, porque como no vendes, piensas que la competencia lo hace mejor.
Y llega el punto en el que empiezas a dudar de ti, de tu capacidad como profesional, de si lo que haces es bueno o no.
Ese momento es jodido, jodido de verdad.
Lo que la mayoría de la gente no ve, es que la solución no está en todo lo de arriba, ni en comprar plantillas mágicas que te van a dar millones de la noche a la mañana.
El problema y la solución, están en la marca.
En la marca personal.
Porque una marca personal que vende, es aquella que transmite seguridad, autoridad, confianza y, sobre todo, falta de necesidad.
Y todo eso, ya lo tienes, hay que saber verlo y explotarlo.
Porque siempre ligará (venderá) más una persona que demuestre seguridad y confianza, que una que muestre necesidad.
En los negocios online, mostrar necesidad es algo que hacen 9 de cada 10 negocios, y eso espanta a los clientes, no vende.
Tener un negocio es para vender mucho, ayudar con lo que haces y vender mucho.
Vender para tener dinero.
Tener dinero para tener más recursos y más libertad.
Más libertad para pasar más tiempo con tu familia, o simplemente para hacer con tu tiempo y dinero lo que te de la gana.
Tener un negocio y ser esclavo del mismo o andar todo el día estresado porque vendes poco o nada… Para eso, es mejor ser empleado de alguien.
Si leyendo hasta aquí me has entendido, esta Mentoría es, sin duda, una inversión altamente rentable. Si no sabes de que estoy hablando, no es para ti.
La cosa es que, a día de hoy, con tanta competencia en el mundo online, con tantas personas ofreciendo productos y servicios como tú, pasar desapercibido es la ruina para ti y tu negocio.
Lo que marca la diferencia, lo que provoca que te compren a ti y no a otra marca, es justamente la marca personal.
Nunca antes ha sido más importante que ahora tener una marca personal potente, que venda, que empatice con los clientes que transmita autoridad, que venda.
Bien sea conmigo, bien sea por tu cuenta o con otro profesional, trabaja tu marca personal, la comunicación, el relato de marca, la estrategia de ventas…
Sea como sea, fíate de tu instinto.
Si crees que no tengo ni idea de lo que hablo y que tener primero, un negocio de entrenamiento personal de éxito y después un gimnasio con más de 7 años de antigüedad que sigue creciendo, sin haber invertido en publicidad ni tiempo en redes, es producto de la suerte, de que mi padre el albañil es millonario o que vendo humo, para de leer, ve a hacer otra cosa porque esto no te va a servir de nada.